INGOLSTADT, 2018

La próxima vez que visite Baviera, no pierda de vista un camión de gasóleo de calefacción con el logotipo de Gunvor. Es muy probable que lo conduzca un valiente refugiado eritreo llamado Masebela Tsegay.

Masebela, o Mase como le llaman sus amigos y compañeros, está realizando un aprendizaje de 3 años en la oficina de ventas de Gunvor en Bergkirchen (Alemania). Forma parte del programa de Gunvor para formar nuevos talentos e invertir en jóvenes trabajadores.

Mase llegó por primera vez a Alemania en 2014, tras huir de su hogar en Eritrea como consecuencia de los continuos conflictos en el país. Mase aprendió alemán con facilidad y conoció el programa de formación de Gunvor a través de la Asociación Industrial y Comercial Alemana.

Gunvor Deutschland cuenta con 11 camiones y 15 conductores que reparten gasóleo de calefacción por toda la región sin salida al mar. La empresa comercializadora Gunvor supone una importante competencia para los mercados de combustibles y calefacción. Todos los conductores reciben una formación intensiva, con un programa semanal que consta de 4 días de trabajo práctico y un día de escuela profesional. Aprenden la gestión técnica del manejo de un camión, incluido su mantenimiento, así como conocimientos específicos sobre gasóleo y gasóleo de calefacción, con especial atención a la protección del medio ambiente.

Los camioneros son también la imagen de Gunvor Deutschland. No solo llenan los depósitos de los clientes, sino que les asesoran en cuestiones sobre sistemas de calefacción y ayudan a vender calidades premium.

"Poder conducir por la hermosa campiña alemana es un placer", dijo Mase, señalando que los problemas en su país de origen le impedían incluso salir de su pueblo. "Espero con impaciencia los retos y oportunidades que me brinda este trabajo, porque me dará un verdadero futuro".

Todo el personal de Bergkirchen, especialmente los conductores, disfruta trabajando con él, porque siempre es positivo y sonriente. Pero más que un aprendiz, Mase se ha convertido en un miembro más de la comunidad local, lo que le ha ayudado a integrarse en una vida y una cultura nuevas. Incluso se ha convertido en un apasionado de las carreras de bicicletas, siempre buscando la libertad de la carretera abierta.

Lo que está claro para todos los que le conocen es que, a base de trabajo duro y perseverancia, Mase ha conseguido que para él el camino siempre esté abierto.